SITUACIÓN Y ACCESO: Se encuentra a unas 4 millas aprox. en mar abierto, en el Bajo de Fuera o Roca del Vapor, llamada así desde este naufragio. No se encuentra fondeado directamente, pero se accede desde el fondeo del Bajo de Fuera. Solamente se puede acceder desde embarcación.
PROFUNDIDAD : -40m. / -65m.
NAVEGÓ: 1883 ~1906
ESLORA / TAMAÑO: 115m.
TITULACIÓN MÍNIMA: PADI DEEP DIVER / B3* o buceador avanzado con experiencia en buceo profundo y mas de 250 inmersiones
HISTORIA DEL PECIO: El transatlántico Sirio era un buque de 4.141 toneladas y de nacionalidad italiana. El Sirio fue construido en los astilleros Robert Napier & Hijos, de Glasgow, en 1883. El buque medía 115 metros de eslora por 12 m. de manga y 7 m. de puntal. La velocidad del Sirio alcanzaba una velocidad máxima de 15 nudos (27’78 km/h).
La botadura del Sirio fue el 26 de marzo de 1883 en Glasgow (Escocia). La compañía propietaria del Sirio, Sociedad Italiana de Transporte Marítimo Raggio y Compañía, trasladó el buque desde Glasgow a Génova (Italia). El Sirio protagonizó su primer viaje transatlántico entre Génova y Buenos Aires en 1883 o 1884. La ruta incluía escalas en Barcelona, Cádiz, Canarias, Cabo Verde, Río de Janeiro y Santos.
La propiedad del Sirio pasó a la Compañía General de Navegación Italiana en 1885. Esta empresa se encargaba de la organización de los viajes transoceánicos de pasajeros con rumbo al Nuevo Mundo. Sus puntos de destino eran Buenos Aires (Argentina), Montevideo (Uruguay) y Río de Janeiro (Brasil). La compañía fue fundada en la ciudad mediterránea de Génova en el año 1881.
El 4 de agosto de 1906, el Sirio navegaba frente a las costas de La Manga en dirección a América. El capitán, Giuseppe Piccone, descansaba en su camarote durante la sobremesa. En su lugar, un suboficial tomó el mando de la nave. Era un día soleado y caluroso de verano, con gran visibilidad y el mar en calma. El barco surcaba el mar muy cerca de la costa, a unos 1.500 metros, a pesar de la existencia de bajos marinos, señalados por el Faro de las Hormigas.
Alrededor de las cuatro de la tarde, el Sirio chocó a una velocidad de 15 nudos contra el Bajo de Fuera de las Islas Hormigas en Cabo de Palos. El barco quedó levantado de proa y reposado sobre la punta de la roca que le había rasgado el bajo, con un ángulo de inclinación de 35 grados; el casco y la popa se partieron; y las calderas explosionaron. El capitán Piccone no reaccionó y el pánico se apoderó de los pasajeros, quienes luchaban desesperadamente por subir a los botes salvavidas del Sirio.
Entre los pasajeros distinguidos del Sirio se encontraban, en el momento de la catástrofe, la cantante Lola Milanés (fallecida); el obispo de Sao Paulo, José de Camargo (fallecido); el arzobispo brasileño de Pará, José Marcondes (superviviente); el tenor de ópera José Maristany (superviviente); el cónsul de Austria en Río de Janeiro, Leopoldo Politzer (superviviente); el médico Franco Franza (superviviente); y el maestro Hermoso (superviviente), director de la banda musical del Hospicio de Madrid.
El estudiante argentino Martín Hailze relató el drama vivido a bordo del Sirio, al diario ‘El Eco’ tras el accidente. «Iba en mi camarote de primera clase escribiendo una carta, cuando una fuerte sacudida me tiró al suelo y una gritería inmensa me hizo conocer que alguna terrible desgracia había ocurrido. Pronto supe que habíamos chocado contra unas rocas submarinas. Dolorido del golpe que al caer había recibido, subí casi a rastras sobre cubierta, y el cuadro aterrador que se presentó a mi vista perdurará en mi memoria por muchos años que viva. El buque se sumergía de popa rápidamente; los pasajeros corrían como locos, dando gritos de terrible angustia, llorando unos, maldiciendo otros y todos llenos de terror. Esto fue causa de que se cometieran escenas de verdadero salvajismo. Peleábanse entre sí, hombres y mujeres, por los salvavidas; pero a patadas, a puñetazo limpio, con uñas y con dientes. Hasta vi algunos esgrimiendo cuchillos». La popa del buque se hundió en, apenas, cuatro minutos, permaneciendo la proa en la superficie.
Tras el accidente del Sirio contra el Bajo de Fuera de las Islas Hormigas en Cabo de Palos (Cartagena, Murcia-España), el caos y la anarquía se apoderaron de la tripulación y los pasajeros del vapor en su lucha por la supervivencia. El capitán del Sirio, Giuseppe Piccone, y su tripulación se desentendieron de la organización de la evacuación del barco y subieron a un bote, logrando salvar la vida.
El rescate del Sirio constituye, en la Historia de España, la mayor operación civil de salvamento en la costa. El vapor Marie Louise fue el primer barco en acercarse al Sirio tras la tragedia. El buque galo salvó la vida de 44 pasajeros y, a continuación, viró su rumbo hacia Alicante
El pailebote ‘Joven Miguel’ era español y estaba comandado por el patrón Vicente Buigues. Los nueve laúdes de Cabo de Palos (Cartagena, Murcia) que participaron en el salvamento eran: ‘Vicente Lacamba’, su patrón era Agustín Antonio Valdivia; ‘Cristo’, patroneado por José Salas Martínez; ‘San Pedro’, con Ramón Parodi como patrón; ‘Joven Vicente’, su patrón era Juan Bautista Rodríguez; ‘Pepa y hermanos’, patroneado por Manuel Puga Romero; ‘Francisca’, con José Ruso Manzanares de patrón; ‘Nuestra Señora de los Ángeles’, su patrón era Pedro Llorca Zaragoza; ‘San José’, patroneado por Juan Valero Martínez; y ‘Pepe Hermanos’, con Miguel Puga de patrón.
El marinero Vicente Buigues protagonizó la mayor acción heroica de la trágica jornada, cuando se dirigía a Cartagena procedente de Denia. El patrón del pailebote ‘Joven Miguel’ dirigió su embarcación hacia el Sirio, a pesar de la oposición de su tripulación. La primera operación de Buigues fue incrustar su popa en el lateral del Sirio, operación de verdadero riesgo, por el peligro que conllevaba de que el hundimiento definitivo del Sirio se llevara al fondo a su pailebote y tripulación. Una vez lograda cierta estabilidad, con tablas y cuerdas hizo una pasarela segura entre el Sirio y la cubierta del ‘Joven Miguel’. Así, logró la salvación de más de 400 personas, hacinadas en el ‘Joven Miguel’ hasta su desembarco en el puerto de Cartagena. Además, los fareros de las Islas Hormigas, José Acosta y Manuel Jiménez, ayudaron a un centenar de náufragos a alcanzar el islote y les atendieron tras el rescate.
Juan de la Cierva Peñafiel, ex-ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, elogió el comportamiento heroico de los habitantes de Cabo de Palos con los naúfragos del vapor Sirio. «Estos hombres rudos, ancianos, algunos octogenarios, tienen el corazón muy grande, hecho para el mar. Y sin que nadie los estimularan armaron sus frágiles barcos y a volar, apoyándose en los remos. Era el viento contrario y dificultaba el avance, pero con él lucharon… A salvarles marcharon los hombres y mujeres, la colonia entera, pronta a cumplir sencillamente nuestros deberes».
La tragedia del Sirio costó la vida a centenares de personas. Las cifras de víctimas mortales varían según las fuentes. La alcaldía de Cartagena contabilizó la muerte de 242 pasajeros de los 812 totales y el Ministerio de Marina habló de 283 muertos de los 920 pasajeros del trasatlántico.
Los pescadores trasladaron a los supervivientes en sus embarcaciones a la Playa de Poniente de Cabo de Palos. Allí se concentraron la mayoría de los náufragos del Sirio. Los remolcadores del Arsenal y el pailebote de Vicente Buigues llevaron a los supervivientes hasta el puerto de Cartagena, entre ellos estaba el capitán del Sirio, Giuseppe Piccone.
Los habitantes de Cabo de Palos donaron a los náufragos víveres y ropa. Además, las autoridades de Cartagena enviaron remolcadores a la Playa de Poniente de Cabo de Palos con alimentos de primera necesidad. La mayoría de los náufragos fueron trasladados a Cartagena. La tripulación del Sirio se hospedó en la Fonda ‘La Piña’ de Cartagena.
CONDICIONES: El Sirio se encuentra partido en dos y varias piezas debido a la explosión de las calderas. La proa se encuentra en la cara SE entre -40m y -55m, mientras que la popa descansa al NO a partir de los -40m. Podemos ver otras partes como las calderas desde -32m. parte del motor en -15m y supuestamente una de las anclas a -30m. Y muchas mas sorpresas y secretos que descubrimos en cada inmersión. ¡Encuentra en su popa uno de los WC’s!
CURIOSIDADES: El capitán del Sirio murió abatido y deprimido en Italia dos meses después. Los restos del Sirio se hundieron completamente en el fondo del mar el 21 de agosto de 1906.
El expolio y los trabajos de extracción de chatarra el siglo pasado han dejado al Sirio con muy pocos pertrechos, aunque aún se pueden ver algunas pequeñas cosas de interés.
- Esta no es una inmersión que planifiquemos de forma asidua. Solamente la planificamos con buceadores de nuestra confianza con titulación o experiencia suficiente.
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